Por Lingobi, Publicado el 07/21/2025
La voz activa es la forma más común de construir oraciones en inglés. El sujeto realiza la acción directamente sobre el objeto. Este tipo de estructura es clara, directa y se usa en la mayoría de las situaciones cotidianas.
Ejemplo: The chef cooked dinner.
Traducción: El chef cocinó la cena.
La estructura general es:
Sujeto + verbo + objeto
Ejemplo: She reads a book.
En la voz pasiva, el enfoque está en la acción o en el objeto que la recibe, no en quién la realiza. Esto se usa cuando no es importante saber quién hizo la acción, o cuando queremos destacar el resultado.
Ejemplo: The dinner was cooked by the chef.
Traducción: La cena fue cocinada por el chef.
La estructura básica de la voz pasiva es:
Sujeto + verbo “to be” + participio pasado (+ by + agente)
Ejemplo: The letter was written by Sarah.
Ejemplo: I wrote the report yesterday.
Traducción: Escribí el informe ayer.
Ejemplo: The report was submitted on time.
Traducción: El informe fue entregado a tiempo.
Cuando cambias una oración de voz activa a pasiva, debes:
Voz activa: They clean the office every day.
Voz pasiva: The office is cleaned every day.
La voz pasiva se puede usar en diferentes tiempos verbales. A continuación, algunos ejemplos:
Presente simple:
Active: She mails the letters.
Passive: The letters are mailed.
Pretérito perfecto:
Active: He has finished the task.
Passive: The task has been finished.
Pasado simple:
Active: They built the house in 2010.
Passive: The house was built in 2010.
Algunas estructuras no se prestan fácilmente al uso pasivo, especialmente con verbos intransitivos (verbos que no tienen objeto directo).
Ejemplo: He sleeps early. (No se puede transformar en pasiva)
Una forma sencilla es preguntar: “¿Esta oración tiene un objeto directo?” Si la respuesta es sí, probablemente puedes convertirla en pasiva.
Ejemplo: She drives a car. → A car is driven (by her).
Al principio, puede parecer complicado, pero con práctica constante, la voz pasiva se vuelve más natural. Aprender a usar tanto la voz activa como la pasiva te ayudará a sonar más natural y a entender mejor el inglés, especialmente en textos formales y académicos.
Consejo final: Usa la voz activa siempre que puedas, y la pasiva cuando el contexto lo requiera. La clave es elegir según lo que quieras comunicar.
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