Cuando aprendes inglés, es normal que haya días difíciles. Tal vez no entiendes una frase, una conversación te pasa por encima o simplemente no tienes energía para estudiar. En esos momentos, recordar tu por qué puede marcar la diferencia.

Cuando yo empecé a aprender español, también tuve momentos de frustración. Me costaba entender ciertas estructuras y a veces sentía que no avanzaba. Pero me recordaba por qué lo estaba haciendo. Quería viajar por el mundo, hablar con los locales en Colombia, y pedir comida en México sin depender de nadie. Logré todas esas cosas, y cuando las alcancé, me di cuenta de algo importante: una vez que cumples una meta, debes crear otra nueva. Aprender un idioma nunca termina, siempre hay más que descubrir.

Tu camino con el inglés puede ser similar. Tal vez tu “por qué” es encontrar un mejor trabajo, estudiar en otro país, o simplemente entender tus canciones favoritas. Sea cual sea tu razón, debe ser más fuerte que tus excusas.

Escribe tu “por qué” y recuérdalo cuando tengas dudas o te sientas cansado. Tener una razón clara te da fuerza. Y si alguna vez necesitas ayuda, en Lingobi encontrarás juegos, actividades y una comunidad que te apoya en tu camino.